Salir por la puerta de atrás.
Son las ocho y cuarto de la mañana. El motor del micra rompe la calma de aquel poligono, aparco frente a la puerta del bar y el incomodo silencio dentro del coche me devuelve a la realidad; no hay contrato, solo esa mierda de posibilidad laboral llamada 'autonomo' y un mediocre contrato mercantil para que la unica manera de obtener sustento sea cerrando contratos. Me he negado por principios, es una farsa encubriendo la mas pura y dura precariedad, una precariedad sobre la que estamos cimentando generacion y generaciones sin saberlo, hasta cierto punto me siento satisfecho; aun siento que defiendo lo indefendible, que me opongo al sistema. A pesar de ello, no puedo evitar saborear ese regustillo amargo a fracaso. El fracaso empieza a ser mas familiar de lo que quisiera, empieza a instalarse en mis pensamientos, en mis musculos, en mi animo. 'Se positivo', 'Todo llegara', lo he oido y leido todo. Pero junto a esos articulos positivistas, tambien hay aquel...