Sevilla, no te olvides...

Fresca, con niebla, tiritante, asi amanecio la cartuja 21 años despúes. Ya no habia espectaculo del lago, ni fuegos artificiales, no habia carreras para visitar el pabellon de Siemens o el de Fujitsu, de los trenes nos se bajaba nadie y sin embargo algo era diferente esa mañana.

Volvian las prisas, los nervios, las miradas, esa ultima ojeada a la 'chuleta' para tener todo bien aprendido, la mesa lista, los guias listos, la Cartuja volvia a encender sus fuentes para recordarle a Sevilla y a su gente que la expo fueron seis meses pero que su legado es para toda la vida.

Uno a uno fueron llegando los cientos de ciudadanos que el pasado 12 de Octubre nos volvieron acompañar por esas calles y pabellones de la cartuja para conmemorar un evento magico y maravilloso. A muchos como a mi no nos toco vivir la expo pero profesamos un cariño superior hacia ese recinto, algo que supera la razon y se atreve a hacernos cruzar la magia y el misticismo. La Cartuja 21 años despúes, sigue enamorando y gustando.

Las horas del reloj marcaron las 14:07 de la tarde cuando mi turno terminaba, ahi a los pies de la vistosa torre del pabellon de europa  acababa esas experiencia unica y maravillosa que cada siete meses repetimos todos los que conformamos Legado Expo Sevilla.

Terminaba otra jornada magica para alguien como yo, que como unico consuelo tiene estos dias de octubre para cerrar los ojos bien fuerte e intentar imaginarse lo que un dia fue el recinto de la capital cultural del mundo.

A mi regreso y bajo la sombra de la hipnotica y desafiante X del pabellon de México tuve tiempo de pensar que quiza lo que falte para que Sevilla aprenda a querer este recinto pueda ser mas complicado de lo que parece, pero que quiza el unguento que aplicamos en cada visita guiada pueda ir surtiendo efecto poco a poco.

Sea como sea, Sevilla, mil gracias por este 12 de Octubre recuerda, no te olvides de la Cartuja.