Sevilla ya vive la primera de las dos semanas grandes del año: Semana Santa ya esta aqui y lo ha hecho con jornadas llenas de sol que han lanzado a la gente a la calle. Si en Sevilla la lluvia es una maravilla el sol es algo incluso mejor, y ya desde el domingo pudimos comprobar para gozo o desconsuelo que esta ciudad tenia ganas de colgar el lleno total y lanzarse a la calle a ver sus cofradias.
Para mi este año resulta diferente la aproximacion personal a esta fiesta. No tengo las ganas de otros años, pero no porque falten, sino porque la ciudad se convulsiona con tanta fuerza que en muchos momentos asusta la capacidad de convocatoria que este año han tenido TODAS las cofradias que por las calles han desfilado.
Como muestra unica, las setas. Ese improvisado 'palquillo de los pobres' se convierte en el epicentro de las miradas de todos los turistas que han venido ha Sevilla; "No se lo pierda ahi, porque no tiene que pagar y tiene excelentes vistas" ha sido la frase mas repetida en las barras de recepcion de los hoteles de esta santa ciudad.
Asi que camara/movil/tableta o las tres cosas en mano a la vez, la ciudad dispara sin piedad sobre los pasos con el objetivo de estampar el mejor recuerdo de esta semana santa. Habra incluso tiempo para volver a ver el 'selfie' del nazareno de la paz a su vuelta por la plaza de España, o ver al petaito de montesion redimido bajo las trabajaderas de cierta cofradia de 'menor' solera. Porque esta ciudad es asi, sufrimiento y alegria lagrimas y cantos, saetas y bueno, no hay nada que sea mejor que una saeta son todas horrorosas.
Asi empezo la semana mas larga de Sevilla, la de la borriquita por su rampa -como debe ser-, la del Alcalde sacando pecho en la Hiniesta -y sin llover-, y con la alegria de saber, que doscientos y tantos dias despúes, ahora si, ya huele a incienso y azahar.
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