Primer capítulo: sobre el origen de las cosas.

Conforme creces el tiempo pasa más rápido.

Verdad, verdadera.

 Un día está desayunando galletas con Colacao viendo el episodio ciento veinte de One Piece y al siguiente muy probablemente estés tendiendo la ropa con una sonrisa de oreja a oreja.

Así que tomando en cuenta dicha regla natural y sumando el factor efímero de la vida (Capítulo 52 sobre Recaídas, metástasis y cosas peores) considero importante contarte algunas de las cosas sobre ti, sobre la vida y todas las demás cosas que pueda recordar en el camino.

Hoy te contaré sobre los nombres, porque los nombres como el tuyo: Minerva. Son muy importantes. A lo largo de tu vida tendrás que recordar muchos de ellos, y es importante. No cometas mis errores, como el de llamar Manuel durante seis meses a un compañero de piso solo para descubrir una soleada tarde de marzo que su nombre desde chiquitito siempre fue y sera Jose.

Así que es importante que recuerdes los nombres, a la gente le gusta escucharlos y es una señal de respeto de suma importancia. También es importante que sepas que los apodos existen. Y no siempre son malos, algunos siempre llevan una historia bonita tras de ellos y algunos otros historias graciosas que siempre merece la pena recordar.  A mí hermana, siempre le decía con cariño 'kiki' o 'cabezona', al abuelo "el pirata" y así pasaron por mi vida la 'dragonceta', la 'dino', el 'paisa' y muchos otros que llevo y llevaré siempre en mi corazón.

Así que los nombres mi querida Minerva, son importantes. Definen una parte de tu carácter y de tu personalidad.

Y si, el tuyo tiene un origen compuesto. Por un lado lo heredas de la saga de Harry Potter, por el otro de la diosa de la guerra y la protectora de las artes. Si, también está ligada a mí ciudad puesto que en la entrada se encuentra su figura que guarda con sabiduría y fiereza a la noble ciudad de Guadalajara.

Si buscas un poco más seguro que te enamoras de la mitología Romana. Así amaras y conocerás un poco más sobre tu nombre. El de una noble y sabía guerrera.

Pues bien, como te iba contando los nombres son importantes, recuerda todos y cada uno de ellos porque verás como la gente cambia al escucharlos.

Recuerda los nombres son una de las pocas cosas en el universo que los seres humanos se toman realmente en serio, a pesar de que son, en el mejor de los casos, arbitrarias vibraciones en el aire y, en el peor, garabatos que parecen haber sido generados por un gato caminando sobre un teclado. Un buen nombre puede abrir puertas, mientras que uno malo puede hacer que esas mismas puertas se cierren con un ruido sordo y un cartel que dice "Vuelva en 100 años". De hecho, los habitantes del pequeño planeta Zogulon IV llevan generaciones nombrando a sus hijos con combinaciones aleatorias de sonidos aterradoramente guturales, lo que ha resultado en la extinción casi total de su industria de las tarjetas de presentación. En cambio, en la Tierra, las personas se aferran a sus nombres como si fueran alguna especie de hechizo místico que define su existencia, lo que explica por qué llamarle accidentalmente "Carlos" a un "Ricardo" puede ser más peligroso que insultar a su madre, su perro y su café matutino al mismo tiempo.

Así que nada, hoy te acuestas sabiendo una cosa o dos más. Hasta mañana!