Va de mudanzas

En EstelarExpress hemos visto de todo: clientes que olvidan avisar a sus familias de la mudanza, muebles que se rebelan en tránsito y, por supuesto, cargas que adquieren conciencia propia. Pero nada nos preparó para la solicitud de Z’baxx el Despistado, un alienígena de la nebulosa Vortani-6 que contrató nuestro servicio “Mudanza Ultra Rápida con Posible Precisión”.

— "Quiero trasladar mi hogar a Proxima Centauri-β, pero sin moverme yo mismo. Solo la casa. Con todo dentro. Sin tocar nada."

— "Entendido. ¿Quiere que empaquemos los objetos o simplemente trasladamos la estructura?" preguntamos, como si esto fuera algo normal (que, siendo honestos, lo es en un 32% de los casos).

— "No, no, no. Quiero que, cuando la mudanza esté terminada, yo ni note que ha ocurrido. Como si siempre hubiese estado allí."

Aquí fue cuando supimos que sería complicado. Pero en EstelarExpress, nunca decimos que no (principalmente porque Zorgulon considera que negar un servicio es mala publicidad).

Así que el equipo de transporte cuántico puso manos a la obra. Usamos generadores de distorsión espacial, imanes gravitacionales y una buena cantidad de film transparente (porque nunca se sabe). Movimos la casa con una delicadeza extrema, sincronizamos la realidad con un ajuste de memoria sensorial y, en una maniobra magistral, conseguimos trasladarla exactamente como estaba, con el cliente dentro, sin que notara el cambio.

Todo parecía un éxito… hasta que, días después, recibimos una queja.

— "¡Oigan! Me acabo de dar cuenta de que ahora la luz natural entra por el lado contrario. ¡No puedo vivir así! ¡Quiero que lo arreglen!"

Y así, en la madrugada de un miércoles, ejecutamos la primera mudanza inversa de precisión milimétrica, devolviendo la casa de Z’baxx a su ubicación original, sin que volviera a darse cuenta.

A día de hoy, sigue sin saber que su hogar ha viajado por el espacio dos veces. Y, sinceramente, creemos que es mejor así.


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