A la Big Bang Mexican!!!

Huele a sal y pintura.  Son los últimos días del número quince de la avenida de los sueños. El olor a pintura se ha vuelto tan habitual como el ruido de los obreros entrando y saliendo.  No es un lugar para un bebé. Pero a el no parece importarle. Mira con su sonrisa inocente desde un rincón diferente cada día. Siempre al sol para crecer fuerte, escuchando cientos de canciones diferentes y observando con cuidado todo lo que le rodea. La vida pasa en dos días. La adolescencia, el nacimiento y la muerte se vuelven apenas un pestañeo vago y efímero del que no somos del todo conscientes. El sol cae. Es hora de despedirse de la obra. La música cambia. Le gusta también el silencio que precede al baruyo de la cocina. Los aromas de esa apetitosa comida casera y los monólogos interminables de papá y mamá, aunque indescifrables son entretenidos. A este año le quedan pocos momentos pero eso ya no importa.  Todos y cada uno de ellos han sido especiales pero ninguno como los que están...

 Agazapado entre el forraje vivo. A una legua de viaje entre la semana santa sevillana y el olor a sardina portuguesa. La vida sigue, y los años se instalan en la memoria, en el cuerpo. Ya no somos jóvenes.  Disfrutamos de Marvel aun con su desastrosa y caótica fase cinco, nos emocionamos con el Baba Yaga de Keanu, y en secreto adoramos escuchar a los Backstreet Boys. Esta es la vida, un pequeño lugar sin nombre.  Un crisol de sensaciones, de ruidos, de olores. Y si no piense en los pequeños detalles cuando está atrapado en la segunda circular camino de siete rios a las siete y media de la mañana. Parece que en ese momento todo es malo, pero estas sentado, sin frio, con el arrullo del motor de tu coche ronroneando suavemente. No tienes que esperar a un tren que jamas aparecerá, o aguantar los olores o ruidos de un vagon de metro abarrotado. Por eso ya te digo que la vida es un crisol, solo eso, un lugar lleno de cuadros y humanos entre ellos. Hace tiempo que no escribía p...

  Nos sentabamos en nuestro banquito y tomábamos el sol. Comíamos doritos desde aquel día que le di a probarlos (el de la foto). Después vino la vida y sus inumerables giros. Hace tiempo que el norte ya no era lo mismo sin ella en casa, con tanta puñetera distancia de por medio. Hay miles de anécdotas y hoy se me atragantan todas ellas en un intento desesperado de evitar que llore de perdida. Me ayudaste a entender un mundo que no comprendía. A querer tradiciones y mentalidades diferentes a aquellas con las que nací y crecí. Cuando murió nuestro pirata el mundo se volvió un poco más gris para nosotros, un trozo de alegría que encontramos juntos en esas navidades abriendo las cajas de chocolates que tanto nos gustaban. La vida es un lugar terrible. Naces, creces y mueres. Menos mal que incluso en esos oscuros valles de sombras nos quedan dulces recuerdos, rayos de alegría que en días como hoy son un paraguas par las lágrimas que tapan el cielo gris. Descansa en paz abuelita, que ten...

Querida Seleccion. Soy yo, el que un cinco de julio vio como un jugador Bulgaro de apellido Stoitchkov nos eliminaba en octavos, el mismo que años mas tarde lloro viendo a los Alemanes eliminandonos en Francia 98. Soy el que le robo a su padre el walkman para poder escuchar los partidos de Corea y Japon en la cama y el mismo que cuando Alemania 2006 veia los partidos colandose en el salon de actos de la residencia universitaria. Soy el que grito cuando le ganamos a Brasil la confederaciones y años mas tarde la medalla de oro. El mismo que grito que no era penal y que hace unos dias prometio que se tatuaba al chicharito si ganabamos a Alemania. Nunca te he pedido nada y todo me lo haz dado, da igual si es la copa de oro, las olimpiadas o el mundial. En todas y cada una de las oportunidades que haz saltado a la cancha, haz llevado ese escudo, esa bandera y ese pais hasta lo mas alto. Hoy podria pedirte que ganes, que saque la casta y recuerdes quien eres. Hoy podria recordarte qu...

A veces sucede que estas lejos. La distancia, que puede ser de tan solo unas micras, a veces puede sentirse como un millon de años luz. La distancia ha sido compañera de viaje desde hace tiempo. Es una consecuencia de los pasos que elijo, de los destinos y metas que marcan mi vida. Es esa distancia la que hace mas grande algunas heridas. Algunas como las despedidas son las que mas te hacen reflexionar sobre el universo y sus preguntas. Hoy ha sido uno de esos dias donde el delgado hilo de la vida se corto para siempre. Es una despedida que duele, porque era una persona que sin conocerme de antes, me queria. Una persona que podria considerar mi familia. Que dificil es encontrar en estos tiempos, alguien que aun alumbre con el brillo de bondad y cariño que ella tenia. Vivimos rodeados de amistades falsas, de hipocresia, de gente que "le encanta hablar con uno" pero luego "siempre hay algo", de tantas cosas que a veces sorprende que aunque pocos, sigan existien...

Dicen que la vida es complicada; seguramente dependa de a quien, cuando y donde se lo preguntemos, si por ejemplo me lo preguntase a mi mismo hace un par de meses, la respuesta seria distinta a aquella que pudiese construir esta tarde o dentro de unas horas. Llevo semanas intentando construir una miserable entrada, de esas que antes no me costaban, y que ahora cuesta tanto extraer con pulcritud y sin la temeridad de otras ocasiones, hacerse viejo es lo que tiene, que buscamos una huella mas limpia, mas definida. Perseguimos el merito propio porque sabemos que es lo que importa, y una mañana hasta el mejor jugador reconoce que nunca sera como Cristiano Ronaldo. Quiza sea ahi donde resida la trascendencia del ser humano; es quiza cuando empieza a importar la moral, la etica, la espiritualidad, la amistad, los valores, es quiza cuando entiendes porque Frodo sentia la curiosidad de salir de la comarca o porque Mario persigue a su princesa tantas veces como haga falta. El mundo al fin ...

Hacia tanto que no escribía en mi blog que casi había olvidado el placer que da poner palabras una tras de otra. Hace -casi- ya cinco meses del comienzo de esta aventura; de conocer una nueva ciudad, de tener un trabajo, de tener nuevos amigos, cinco meses de retos, de sonrisas, de unas cuantas lágrimas, de otros tantos viajes y tantos otros momentos que se acumularon durante este tiempo. La vida sigue adelante como si no nos diéramos cuenta de ella, pasan los dias, las horas,  los minutos. Vuelves a jugar Dead Island y te parece una mierda. Disfrutas conduciendo camiones scania por los paisajes helados de finlandia, y encuentras terriblemente irresistibles la sombra de las montañas a tu paso por los alpes, no te conviertes en nadie nuevo porque en realidad siempre eres el mismo pero cada día te duermes habiendo aprendido algo nuevo y te despiertas deseando ver el sol cuando abras la persiana. Vestirte se vuelve un ritual casi sagrado. Caminar al trabajo es tedioso, per...