La chica de Pontevedra y sus pies en fiesta
En Pontevedra hay una historia que contar, de una chica risueña que no deja de brillar. Con los pies siempre húmedos, ya sea mar o aguacero, ella encuentra en el agua su mejor compañero. Por la ría camina, con gracia y sin apuro, mojando sus delicados dedos en el agua, seguro. No teme a la marea ni a la arena fría, porque en su mundo líquido, reina la alegría. Cuando el cielo se pone gris y el agua empieza a caer, ella no se esconde, ¡no, para nada quiere esconder! Baila bajo la lluvia, gira y salta sin parar, como si el charco fuera su pista particular. Los vecinos la miran con mezcla de asombro y risa, “¿Quién será esa loca que bajo el agua improvisa?” Pero ella solo sonríe, con brillo en la mirada, porque sabe que mojarse los pies es su mejor jugada. Y yo, que la observo desde la orilla del puerto, me pregunto si algún día será mi momento, de saltar a su lado, empaparme sin miedo, y bailar con la lluvia, en un mundo paralelo. Le hablaré de la marea, de barco...