Hace ocho años mi hermana partio de este mundo para seguir adelante en ese ciclo tan desconocido y misterioso que llamamos vida. No voy a hacerme el 'tio duro', no lo soy, y prueba de ello fue que ayer me derrumbe al recordar los recuerdos y sonrisas que con 16 añitos se apagaron. A veces, sobre todo en dias como hoy cuesta no recordar aquella curva al salir de Burgos donde recibi la llamada donde me anunciaron mis padres su partida, cuesta mucho.
Pero tambien me acuerdo de como la gente que estaba alrededor mia arropo a los mios, a mis padres, a mi hermano, y a mi.Nunca un vuelo de vuelta a México se me habia hecho tan largo, y nunca fue tan triste llegar a casa y no poder volver a decirle que la queria. Y en dias como este, esas cosas cuestan.
Han pasado ocho añitos desde aquello. Aqui estoy, siendo feliz en una ciudad que curiosamente lleva una madeja que tanto me recuerda al ocho que hoy me cuesta tanto recordar. Pero sonrio, porque aunque nunca podre hacerte pedorretas en la barriga, o ponerme a ver peliculas contigo mientras te mordisqueaba los pies, siempre me quedaran tantos recuerdos que en el fondo no me podre sentir solo. Diste tanto cariño y tanto amor que llenaste mi vida.
Quiza parezca absurdo, pero a veces siento que estas aqui a mi ladito, y me abrazas y eso me gusta y me calma. Gracias pequeñaja, gracias por enseñarme a sonreir, a ser paciente, a entender lo mucho que habla una mirada y lo absurdo que es preocuparse por cosas efimeras y materiales. Gracias por todo pequeña fue un honor tenerte de hermana, pero es un privilegio saber que sigues cuidandonos a todos. Gracias anita, gracias mi kiki, un beso hasta alli arriba. Dale un abrazo a mi abuelo y al resto que ya estan por ahi arriba.
Mil gracias princesa.
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