15 de abril de 2015

De princesas y Caballeros

Crecimos viendo películas de caballeros, blandiendo sus lustrosas espadas y salvando a pueblo en unas ocasiones y princesas en otras. Crecimos pensando que la nobleza, la templanza y el buen corazón era el tipo de dones naturales que unos y otros envidiarían. Creces pensando con todas tus fuerzas que cuando llegues a grande podrás hacer los mates que ves en el resumen de la NBA, creces leyendo una historia que te inspira y te alimenta, ¡si!, algún día crecerás y seras como el rey Arturo o el Cid Campeador.

Entonces creces y las historias cambian. Las historias siguen ahí pero inevitablemente ya son tan emocionantes como antaño. Arturo es un caballero pero no es Messi  o el protagonista de Mario Bros. Aparecen los efectos, la metralla, los fuegos artificiales. Tienes el mundo para comértelo y vaya si lo haces. Tu coñazo son las clases, o una madre preguntona, la política o el amor te son tan conocidas como el nombre de los grupos musicales que escuchaba tu padre.

Llega el día en que las palabras son importantes, y el amor es eso que acelera tu corazón cuando hablas por el móvil con esa chica que te gusta tanto desde hace hoy cinco años. El tiempo pasa, lo aprendes y con el primer amor llega la política, la rebeldía, eso que a la larga tanto te jodera y que se llama 'tu camino' ese sobre el que todos saben lo correcto, pero que tanto miedo da recorrer a solas.

A estas alturas del camino recuerdas las gestas de aquellos libros, de aquellas batallas perdidas que con un poco de fe se ganaban. Recuerdas lo absurdo de tus problemas y ríes recordando las historias al pie de un banco de madera que solías frecuentar con tus amigos. Ya no hay cigarrillos escondidos o miradas furtivas, la resaca te sienta fatal y aprecias el sabor de un vino blanco.

Crecerás sin entender porque a veces solo seras un buen amigo o un cabrón, o porque es mejor reprimir los sentimientos y las opiniones. Demostraras empíricamente que por norma estarás solo frente al 89% de tus temores y problemas, asumirás en silencio que a nadie le gustan los lobos solitarios, los únicos, los creativos o los que dicen lo que piensan. Sera tarde para volver a conocer otra canción favorita o plato favorito, porque a veces sin pensarlo los intereses de los otros te impedirán conocerlos mejor..

Aunque lo niegues, tus colegas se contaran con una mano y por mas que lo ocultes te seguirá molestando que tu equipo de fútbol pierda ante cualquier rival. Ya no habrá mas Lancelots o Arturos, olvidaras el cid  y elegirás a ScarFace, preferirás ignorarlo todo y dejar de sentir, querrás que tu corazón sea solo un músculo pero entenderás que físicamente es imposible.

Con el tiempo enterraras esos capítulos en el fondo de tu alma, deseando que jamas vuelvan, pero añorando ese perfume que solo los libros con grandes historias contienen, porque después de todo, creciste leyendo sobre caballeros y deseaste quedarte con la princesa aunque ella, como la princesa de Mario fuese tan desconocida como tremendamente atractiva a la vez.

Quizá algún día vuelvas sobre tus pasos y encuentres el consuelo que a muchos les falto antes de abandonar este mundo, algunos habrán decidido saltar de este mundo por la puerta fácil, pero una voz en tu interior te recordara que incluso para el mas glorioso de los héroes ni la muerte ni el dolor son un impedimento cuando lo que de verdad cuenta, es ser el héroe de tu propia historia.




*Dedicado a esas historias inconclusas, a esos besos sin robar, a los abrazos sin dar y los te quiero que jamas se escucharan.

Sed libres, sed felices, fuerza  y honor.


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