7 de mayo de 2015

70 años del fin de la segunda guerra mundial.

No os voy a negar que soy un romántico de la segunda guerra mundial,  recuerdo la primera maqueta que fabrique para mi clase de sexto de primaria, en ella, de la manera mas digna posible, intente representar los horrores de la operación Barbarroja y como la dura derrota Nazi fue culpa de los constantes retrasos que a causa de la necesaria intervención en Grecia se produjeron.




Desde entonces, ya sin hacer maquetas o ilustraciones, si que he ampliado mi biblioteca con grandes obras del genero, todo quizá en balde pero siempre con la ilusión de que las generaciones venideras no olviden que de no recordar y conocer nuestra historia, estamos irremediablemente condenados a repetirla.

Y precisamente este siete de mayo se conmemoran los 70 años de aquella rendición de la Alemania Nazi, una fecha marcada por una hora, las 2:41 de la madrugada, hora a la que Alfred Jodi firmo el acta de rendición incondicional para todas las fuerzas alemanas ante los Aliados.

Dicha rendición incluía la frase "todas las fuerzas bajo el mando alemán, cesaran las operaciones activas a las 23:01, hora de Europa Central del 8 de Mayo de 1945". Estas palabras no marcaban una diferencia entre aliados o el ejercito Soviético, porque lo que de manera expedita,se ponía fin a la lucha armada.

Con esta rendicion casi total (creta se rindio el 12 de Mayo, y el Dodecaneso el 8 de Mayo), la mayor de las guerras que habia  visto el hombre puso punto final en su teatro europeo tras siete años de confrontacion y una cifra de casi 23 millones de victimas. Por delante aun quedaba un largo y doloroso camino de vuelta y reencuentro con una realidad tan terrible como la de los campos de exterminio nazi o la de cientos de pueblos y ciudades arrasados hasta los cimientos.

Desde ese momento y hasta nuestros dias ni la forma en que se hacen las guerras ni su virulencia han vuelto a llegar a cuotas como las vistas durante la segunda guerra mundial, un camino positivo que sin embargo no esconde que si hay algo que no cambia es el espiritu de autodestruccion del hombre y que aun nos queda muchisimo camino que recorrer en la busqueda implacable de la paz mundial.

Que sirva este pequeño articulo, como homenaje a los 24 millones de victimas, a los millones de sobrevivientes y a los ciudadanos de a pie durante los años posteriores trabajaron por la recuperacion de sus paises. Sin el esfuerzo de todos ,la europa de hoy en dia seria practicamente innimagible.




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