Por qué apoyo a Israel

 


Hablar de Israel es hablar de un tema complejo, delicado y cargado de emociones. Sé que cada palabra puede ser interpretada desde mil ángulos distintos, y precisamente por eso quiero expresar mi postura de forma clara pero también respetuosa: apoyo a Israel.

Lo hago no desde el odio hacia otros, sino desde la convicción de que un pueblo que ha sufrido persecuciones históricas, marginación y violencia sistemática tiene derecho a existir, a defenderse y a buscar un futuro en paz.

Israel es, para mí, un símbolo de resiliencia. Un país pequeño que, rodeado de adversidades, ha sabido avanzar en ciencia, tecnología, agricultura y cultura, contribuyendo al mundo de formas que muchas veces olvidamos. Ese esfuerzo por construir, innovar y sobrevivir merece reconocimiento.

Entiendo, por supuesto, que hay sufrimiento en ambos lados. No cierro los ojos a la tragedia que viven los civiles palestinos, y me duele profundamente que generaciones enteras crezcan entre muros, miedos y violencia. Pero también creo que la raíz de esa tragedia es mucho más profunda que la existencia de Israel: está en la incapacidad de algunos actores de aceptar su derecho a vivir en paz.

Apoyar a Israel no significa justificar cada decisión de sus gobiernos, del mismo modo que apoyar a cualquier país no implica aceptar sus errores sin crítica. Significa defender su derecho básico a existir y a proteger a sus ciudadanos. Significa apostar por un futuro en el que la convivencia sea posible, aunque hoy parezca lejana.

Creo que la paz solo llegará cuando se reconozca ese derecho de Israel y cuando, al mismo tiempo, se trabaje por la dignidad de los palestinos. No se trata de elegir entre un pueblo u otro, sino de reconocer que el odio no construye, y que cualquier solución pasa por aceptar la humanidad del otro.

Apoyo a Israel porque creo en su derecho a existir, a prosperar y a buscar la paz. Y porque, en un mundo saturado de desinformación y simplificaciones, me parece importante defender esa posición de manera responsable y humana.

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