El ultimo partido
Mi abuelo solia levantarse los domingos temprano, desde hacia diez años el ritual que cada quince dias se repetia era el mismo; levantarse pronto, ducharse y afeitarse. El abuelo tenia una de esas espumas de afeitar con olor a menta y gengibre que podias oler a kilometros de distancia solia decir que cuando crecieramos aquel aroma nos empezaria a gustar, pero lo cierto es que incluso hoy en dia me era dificil de aguantar. Aquellas mañanas el abuelo solia despertarnos con el ajetreo que montaba al sacar la ropa del armario, yo nunca entendi porque no sacaba la ropa el dia antes, pero el decia que eso le daba suerte al equipo, mi abuela decia que era porque era un guarro pero al equipo le iba bien siempre que el abuelo preguntaba por los calcetines negros y grices. Si todo marchaba bien, a las once y veinte de la mañana el abuelo ponia rumbo al campo de futbol donde le esperaban sus obligaciones como utilero del equipo: Hinchar balones, comprobar los banderines, las redes y a...